ES LA PRIMER PALABRA QUE ME VIENE A LA CABEZA CUANDO PIENSO EN EL ALBERGUE “LES CAMÉLIAS”.
COMO EXTRANJERA QUE NO habla el idioma, puedo decir que aquí, gracias a todos los representados en la exposición, he encontrado un hogar, una gran FAMILIA.
Aquí, he aprendido la palabra “CHRÉTIEN” (CRISTIANO) en francés. Todos los empleados, yo incluida, tenemos creencias diferentes, o no, en torno a las cuales hemos intercambiado, respetuosamente, durante las NOCHES DE CHARLAS INTERMINABLES. En estas conversaciones, también he aprendido las palabras “GUÉRI” (SANADO) y “RECHUTE” (RECAÍDA). Hablando de respeto, esta es mi forma de representar a Antoine, que no quiere ser fotografiado pero a quien también quiero dar las gracias.
Durante las veladas en el Auberge, Kamal me enseñó, entre otras cosas, el lenguaje de SEÑAS. Ahora sé decir “argentino”, “italiano”, “árabe”, “mujer”, “comunicación”, “cansado”, “trabajo”, “hoy”. TAMBIÉN APRENDÍ EXPRESIONES COMO “ça tourne au vinaigre” (SE PUDRIÓ TODO), MUY APROPIADA PARA LA NOCHE.
Gracias a Deniz, unA HUÉSPED, he EXPERIMENTADO Y aprendido EL “Nazar” y la sensación de SENTIR GRAN CERCANÍA A unA total desconocidA, AL PUNTO DE HACERSE AMIGAS.
DEVENIR EN amiSTAD es también la EXPRESIÓN precisa para hablar de Tommaso, mi ariANO PREFERIDO, mi traductor oficial, mi compañero de risas, DE playas, DE salidas Y DE ideas BIZARRAS. Y EN ESE MISMO INSTANTE, APARECE Mathieu, EL CLIENTE QUE VIVE EN EL ALBERGUE Y QUE SE TRANSFORMÓ EN UNA PIEZA FUNDAMENTAL DE NUESTROS DÍAS, DE MI PASO POR EL ALBERGUE. EL TERCER MOSQUETERO. MATHIEU vino aquí en busca de convivencia y compañía. me enseñó el acento de Montpellier y la historia de una familia que vivió la guerra.
Mathieu, Ayça y Robin se han convertido en mis profesores de francés, y sé EL ESFUERZO QUE HACEN por ENTENDERME, a mí y a mi mala pronunciación, y por ayudarme a mejorar. LES ESTARÉ ETERNAMENTE AGRADECIDA.
Y por último, como en toda gran casa, la LLAVE se convierte en el objeto fundamental para dar a un gran INMUEBLE EL sentido de pertenencia, de hogar. Y la llave de “Les Camélias” es Chanèse y su generosidad. Ella nos dio a todos la oportunidad de formar parte de esta gran familia. Me acogió y me dio su confianza ciega. LAS PALABRAS NO BASTARÁN JAMÁS PARA AGRADECERLE.
No sabía cuál era el objetivo del “MoUVEMENT Ajiste” (MOVIMIENTO AJISTA), pero mi experiencia en el albergue Les Camélias me ayudó a comprender su significado. El espíritu de comunidad puede llegar a cualquiera, en cualquier lugar, en cualquier idioma, CUÁL SEA SU CREENCIA, SU edad U origen.
Gracias de todo corazón.
NATALIA REMÓN.